El Sevilla ha puesto precio a la cabeza del líder. En realidad, el equipo de Lopetegui ha sido el encargado de reducir al mínimo la distancia que Celta, Getafe y, especialmente, el Levante han ido limando. El otrora rey de la selva liguera observa ahora como otros depredadores habituales huelen sangre de título.
Todo por decidir
O el Atleti saca las garras o la Liga pasará a otras manos. Solo el portero Oblak mantiene el nivel de la primera parte de la temporada pero con un par de guantes no vale. Se echa en falta la seguridad defensiva (Giménez), el despliegue físico (Llorente) y los goles (Suárez). El Barcelona está a un punto y con la visita rojiblanca al Camp Nou todavía pendiente. En diciembre, día 5, Koeman había perdido en Cádiz y estaba a doce puntos de los del Metropolitano.
“Estoy seguro, sé el camino y no le tengo miedo a nada”. Así de contundente se mostraba Simeone al término del partido en el Sánchez Pizjuán. Precisamente el técnico es otro de los implicados en el descenso del Atlético al terreno de los mortales. Reconocido por el mismo porque “si realizas un cambio a la media hora es que te has equivocado” y siempre que el Atleti se parece al Atleti de tiempos pretéritos florece el sambenito de conservador que acompaña al currículo del técnico argentino.
Sin margen de error
El caso es que Luis Aragonés, por nombrar al otro gran referente del banquillo atlético, decía que las Ligas se ganan en las diez últimas jornadas y que lo anterior es humo. Así que, en esa Zona Luis, el Atlético ha perdido su primer partido mientras que Barcelona y Real Madrid sacaron los tres puntos. Da la sensación que el humo es lo que sale del motor de un Atleti al que le hace falta una marcha más. Simeone llama intensidad al combustible necesario. Otros creen que la gasolina súper sería un Metropolitano con público.