Atlético de Madrid y Real Madrid se veían las caras este domingo en el Metropolitano en el primer derbi de la temporada. Ambos equipos llegaban con dinámicas radicalmente opuestas, pero sobre el verde no se notó.
Sorprendió a todos Ancelotti con su planteamiento inicial dando entrada por primera vez este curso a Kroos y Modric juntos. Tchouaméni y Joselu comenzaron el partido desde el banquillo y fue Bellingham el compañero de Rodrygo en la delantera.
Simeone salió con lo esperado, incluida la intensidad propia de un derbi en el Metropolitano, y eso le llevó a ir por delante a los tres minutos de juego. Samu Lino recogió el balón en banda derecha, levantó la cabeza, y con todo el tiempo del mundo puso un gran centro al corazón del área donde Morata ganó la espalda a Alaba para cabecear y hacer el 1-0.
Lo celebró con rabia el canterano madridista, que antes del minuto 20 iba a estar celebrando el segundo. Esta vez fue Griezmann el que remató de cabeza un centro desde la derecha de Saúl. La pasividad madridista, especialmente en defensa, dio alas a un Atlético que se veía con dos goles de ventaja en el minuto 18 de partido.
La herida pudo ser mayor, pues el Madrid seguía sin salir al partido. Una incorporación de Nahuel Molina pudo convertirse en el tercero, pero el remate final de Llorente lo sacó Kepa con un paradón.
El equipo blanco comenzó a espabilar una vez rebasada la media hora de juego. Toni Kroos acortó distancias en el 35 con un zapatazo desde la frontal del área y espoleó a un Real Madrid que terminó la primera parte embotellando al Atlético en su área en busca de un gol del empate que marcó Camavinga, pero que Alberola Rojas anuló por un fuera de juego previo de Rudiger.
Pero tras la reanudación el guion volvió a ser el mismo de la primera parte. No se había cumplido el primer minuto cuando Morata remató completamente solo en el área pequeña un centro de Saúl, otra vez, desde la derecha.
El ritmo de juego bajó y Ancelotti, que había sentado a Modric en el descanso, no tardó en realizar un triple cambio en busca de la reacción de los suyos. Entraron Joselu (por Modric), Nacho, Mendy y Tchouaméni por Lucas Vázquez, Fran García y Camavinga.
Y la reacción no tardó en llegar en forma de doble ocasión. Rodrygo enganchó una buena volea en el corazón del área tras una dejada de Joselu que despejó la defensa rojiblanca y luego fue Tchouaméni el que probó suerte con un zapatazo cruzado que rozó el poste de la portería de Oblak.
El Atlético de Madrid empezó a dar pasos atrás y el Real Madrid se hizo con el control del partido, aunque no era capaz de inquietar la portería rojiblanca más allá de con disparos lejanos. Rudiger estuvo cerca de marcar con un lejanísimo chut que rozó el poste derecho de Oblak y Ancelotti dio entrada a Brahim con 20 minutos aún por delante.
El malagueño tuvo una clara ocasión en una carrera en la que se impuso a Giménez e intentó batir a Oblak con un fuerte disparo al primer palo que el esloveno despejó a córner. Apretó el Madrid en los últimos minutos en busca de un gol que les metiera en el partido, pero no fue capaz de amenazar con peligro la portería del Atlético.