Tras el dramático empate de la primera jornada frente a la Lazio, cuando un gol del portero Ivan Provedel en el último minuto frustró la victoria rojiblanca, los de Diego Pablo Simeone reaccionaron en casa con un ajustado triunfo ante el Feyenoord (3-2) para pasar a comandar el Grupo E con los mismos cuatro puntos que los italianos.
De hecho, desde aquel tropiezo en el Olímpico de Roma, no han hecho más que ganar. Seis victorias consecutivas, con 16 goles a favor y seis en contra, que les permiten gozar de relativa tranquilidad en la competición continental y que les sitúan cuartos, en zona 'Champions' y a tres puntos del liderato, en LaLiga EA Sports.
Por ello, un triunfo este martes es vital para mantener la confianza del equipo, que lejos del Cívitas Metropolitano acumula cinco choques sin vencer en el torneo europeo. Ahora, tratará de romper esta racha negativa en Glasgow, donde protagonizó hace casi medio siglo, el 10 de abril de 1974, uno de los partidos más épicos de su historia a pesar de acabar 0-0.
Un recuerdo histórico
Una lucha encarnizada, la conocida como 'batalla de Glasgow', preludio de una final de Copa de Europa que el Atlético acabaría perdiendo en el desempate ante el Bayern Múnich (1-1 en Heysel y 4-0 en el duelo definitivo), y que acabó con tres expulsados del bando rojiblanco: 'Ratón' Ayala, 'Panadero' Díaz y Quique. Para conmemorar ese hecho, los de Simeone vestirán camiseta roja, pantalón azul y medias rojas como aquel día.
Enfrente, el Celtic de Brendan Rodgers, campeón de la Copa de Europa en 1967, necesita reaccionar después de caer en sus dos primeros compromisos de la fase de grupos frente al Feyenoord (2-0) y la Lazio (1-2), que le han condenado a la última plaza. Su mal rendimiento en el Viejo Continente contrasta, sin embargo, con su buen hacer en la competición doméstica.
Los 'Bhoys', vigentes campeones de la liga escocesa, encadenan seis victorias en la Premiership, donde se mantienen invictos y son líderes con siete puntos de ventaja sobre el vecino Rangers tras nueve jornadas disputadas, una buena dinámica que esperan contagiar ahora a Europa si no quieren despedirse a las primeras de cambio.
El cuadro británico lamentará las bajas de los lesionados Liel Abada, Stephen Welsh, James McCarthy y Maik Nawrocki, y encomendará su ataque a los japoneses Kyogo Furuhashi -que acumula seis goles entre liga y 'Champions'- y Daizen Maeda y al hondureño Luis Palma.