El 'Caso Negreira' ha tambaleado durante los últimos días los cimientos del fútbol español. La Fiscalía investiga los posibles pagos del Barça al ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros por asesorar al club mientras ejercía su posición. Según las informaciones publicadas, José María Enríquez Negreira cobró hasta siete millones de euros durante 17 años en los que proporcionó al equipo culé una serie de informes sobre los árbitros para lograr, según sus propias palabras, "la neutralidad arbitral hacia el Barcelona".
LaLiga no tardó en salir a decir, en un video comunicado de Javier Tebas, que no existe el riesgo de sanción deportiva al haber prescrito el posible delito, pero FIFA y UEFA sí que contemplan posibles sanciones que podrían conllevar hasta la exclusión del club de competiciones europeas si se demostrara que se amañó algún resultado.
Pero no es la primera vez que un caso de corrupción de este tipo salpica el fútbol europeo en la historia reciente.
Marsella, 1993
El próximo mes de mayo se cumplirán treinta años del histórico Olympique de Marsella que conquistó un doblete histórico para Francia. El equipo marsellés ganó el título de Liga por delante de PSG y Mónaco y consiguió levantar la única Copa de Europa que, hasta la fecha, ha conseguido ganar un equipo francés imponiéndose en la final al Milan de Fabio Capello, que contaba con jugadores como Maldini, Baresi, Rijkaard, Donadoni o Van Basten.
Unos meses después, se destapó que el Olympique de Marsella había comprado un partido de Liga ante el Valenciennes pagando dinero a dos de sus jugadores para dejarse ganar el partido. A ambos jugadores, Christophe Robert y Jorge Burruchaga, les fueron retiradas sus licencias.
El futbolista del Marsella, Jean-Jacques Eydelie, fue el encargado de realizar el pago a estos jugadores, pero la investigación abierta por la justicia francesa supuso que Eydelie no actuó por cuenta propia e involucró a Jean-Pierre Bernès, Director General del OM, y Bernard Tapie, presidente.
En septiembre de ese mismo año, la Federación Francesa de Fútbol retiró el título de Liga al Olympique de Marsella y suspendió su participación en la Copa de Francia para la temporada 93-94. La UEFA, por su parte, sí que reconoció como válido el título de Copa de Europa conseguido por el club francés, pero no le permitió jugar ni la Supercopa de Europa ni la siguiente edición de la Liga de Campeones.
Calciopoli, 2006
El fútbol italiano saltó por los aires poco antes del inicio del Mundial de Alemania, que precisamente terminaría ganando Italia. Unas escuchas telefónicas destaparon una gran red de corrupción en el Calcio que implicaba, principalmente, al entonces secretario general de la Juventus, Luciano Moggi. En este caso no se implicaba a jugadores, sino a árbitros.
La primera investigación llevó a unas conversaciones telefónicas entre Moggi y el designador arbitral de la Federación Italiana de Fútbol, Pierluigi Pairetto, en las que el dirigente de la 'Juve' pedía que les asignaran árbitros favorables y simpatizantes para algunos de sus partidos.
Pero Moggi y su Juventus no iban a ser los únicos implicados. Fiorentina, Lazio y Milan también formaron parte de todo ese entramado de compra de partidos y fueron duramente sancionados.
A la Juventus le retiraron sus dos últimos títulos de Liga (04-05 y 05-06) y fue descendida a Serie B con nada menos que 30 puntos de penalización, que finalmente fueron nueve tras las apelaciones presentadas por la 'Vecchia Signora'. Fueron, sin lugar a dudas, el equipo que salió peor parado.
La justicia también condenó a Fiorentina y Lazio al descenso a la Segunda División. Los 'viola', además, fueron sancionados con 12 puntos, mientras que los romanos lo fueron con 30. Tras las apelaciones ambos clubes fueron sancionados únicamente con 30 puntos y pudieron mantener la categoría, pero perdieron el derecho a jugar competición europea en la siguiente temporada.
El Milan fue sancionado con la pérdida de 15 puntos y la no participación en la siguiente edición de la Champions. Tras apelar, la sanción terminó siendo de 30 puntos, lo que le llevó a pasar de ser segundo a tercer clasificado. Finalmente sí pudo disputar la Champions League en la temporada 06-07 y la acabaría ganando.
Los dirigentes de todos estos equipos y la Federación Italiana de Fútbol implicados en este escándalo fueron condenados a varios años de inhabilitación además del árbitro internacional Massimo de Santis.