Francia logró el primer billete a los octavos de final del Mundial de Qatar tras imponerse (2-1) a Dinamarca este sábado con un doblete de Kylian Mbappé, en un encuentro en el que el delantero se vistió de héroe para darle la victoria a su equipo al final y colocarle líder en solitario el Grupo D.
Deschamps construyó un equipo mucho más fuerte para intentar neutralizar las combinaciones de calidad lideradas por Christian Eriksen y le funcionó. Así, con la entrada de Koundé en el lateral derecho, la jerarquía de Varane en el centro de la zaga y la presencia de Theo Hernández en el carril izquierdo, el técnico reforzó aún más su modelo.
El partido comenzó siguiendo el plan establecido por los galos. La vigente campeona, muy bien ubicada en el terreno de juego, obligó a Dinamarca a defenderse con todo, sometida por un Griezmann que asumió los mandos del juego desde la mediapunta. El jugador del Atlético de Madrid tuvo la primera en sus botas tras irse con facilidad de la zaga danesa, pero su disparo cruzado se topó con Schmeichel.
Dominio absoluto de 'Les Bleus' en una primera parte en la que los daneses, con solo dos acercamientos al área francesa, fueron incapaces de sobreponerse a ese fútbol combinativo a la vez que incisivo que caracteriza a los de Didier Deschamps y que encontró su premio en forma de gol nada más volver de vestuarios.
Tras una pared de Mbappé con Theo Hernández, que sumó otra asistencia, el delantero del PSG no lo dudó y batió Schmeichel con un disparo que rozó en Christensen. Alegría momentánea para los franceses que vieron como solo cinco minutos después Christensen devolvía la igualada al marcador. El central del Barça aprovechó una prolongación de su compañero Andersen para rematar de cabeza entre los tres palos.
A partir de ahí, buenos minutos de ambas selecciones que se repartieron las ocasiones en un partido de ida y vuelta que pareció no encontrar dueño. Primero Rabiot con una volea y después Braithwaite con un remate al palo, fueron las mejores jugadas del último tramo de un encuentro en el que, como si de un combate de boxeo se tratase, se intercambiaron los golpes.
Sin embargo, la calidad francesa, o mejor dicho, la de Kylian Mbappé, acabó decantando la balanza a favor de una selección gala que culminó su buen partido en el 86', consiguiendo el tanto de la victoria. El atacante parisino, con la ayuda de un brillante Griezmann, solo tuvo que empujar al fondo de la red un centro medido desde la banda derecha.
