Eran muchas las cosas a mejorar tras el Europeo y España consiguió solventar algunas de ellas. El rendimiento de la portería, con Corrales en la primera mitad y Pérez de Vargas en la segunda, mejoró notablemente ante una Baréin que no acabó de resolver con acierto sus situaciones ofensivas. Pero, sobre todo, y lo que era lo más importante, el combinado nacional recuperó, en algunos tramos del encuentro, un óptimo nivel defensivo. El que les ha llevado a la consecución de tantas medallas.
Los ‘Hispanos’ recuperaron la esencia que los ha llevado al éxito y que, probablemente, echaron en falta en el Europeo. Empezaron el partido haciendo lo que mejor saben: la portería parando -en este caso, Rodrigo Corrales- y corriendo la transición para castigar el repliegue defensivo de su rival (6-2, min 7).
Tras un tanto de contraataque de Gedeón Guardiola, que cumplía 200 partidos con el combinado nacional, el técnico asiático Aron Jonsson, pocos segundos antes del minuto 10, tuvo que parar la hemorragia en el marcador. Su equipo demostró tener mucha capacidad para el uno contra pero le faltó atinar en el lanzamiento (8-2, min 9).
Tras encadenar un par de pérdidas más de Baréin, los de Jordi Ribera llegaron a alcanzar los ocho goles de ventaja (10-2). A partir del ecuador del primer tiempo, Baréin igualó la intensidad de los ‘Hispanos’, y apretó el marcador con un parcial de 0-3 (10-5, min 16). La entrada de la segunda unidad le dio aire a España, que recuperó el dominio del partido. Sin embargo, los laterales Ali Eid y Mohamed Mohamed, que empezaron acaparando el juego y los lanzamientos de su equipo, lograron que su equipo se marchara con siete goles de desventaja (18-11).
A diferencia de otras ocasiones, el 5:1 defensivo no le acabó de funcionar en la reanudación. Jordi Ribera, antes de los diez minutos, hizo recuperar el 6:0. Baréin pudo aprovechar la espalda del avanzado, Álex Dujshebaev, en ausencia de Kauldi Odriozola, para hacer trayectorias al centro que fueron un dolor de cabeza para los ‘Hispanos’.
Sin embargo, España logró alcanzar los diez goles de diferencia (26-16, min 41). El conjunto asiático, lastimado por la poca rotación de su entrenador, acumuló algunas pérdidas que le permitieron a España superar los diez tantos de diferencia. Daniel Fernández, que salió en la segunda mitad, sobresalió tanto en el acierto desde el extremo como en el contraataque (33-21, min 51). La selección española, tras unos minutos de relajación, acabó sumando los dos primeros puntos por 39-27.