La Línea de la Concepción, provincia de Cádiz, ha iniciado este jueves el proceso para convertirse en Ciudad Autónoma con la aspiración de paliar la maltrecha situación de un municipio con una tasa de paro que ronda el 40 por ciento, con infraestructuras deficientes, sin industria, con las lacras del narcotráfico y el contrabando.
Los pasos para llevar a cabo este proceso, serían la celebración de una consulta popular por parte de La Línea con la previa autorización del Gobierno de la Nación, posteriormente trasladar esta petición al Congreso de los Diputados y al Senado, donde posiblemente la propuesta se topará con el rechazo de los dos partidos mayoritarios.
Con o sin el reconocimiento de la Línea como Ciudad Autónoma, el alcalde de esta localidad gaditana, Juan Franco, habrá conseguido agitar el debate y acaparar la atención de los medios de comunicación y de la clase política sobre una situación, que arrastra décadas de abandono institucional y una crisis económica que se ha agravado con el Brexit y la pandemia.
En el pleno celebrado anoche argumentó que La Línea es "el único municipio español que tiene reconocida su singularidad" y señaló el desequilibrioque, a su juicio, tiene la ciudad respecto a Gibraltar, territorio con el que comparte frontera. Insistió, además, en que La Línea es “una ciudad maltratada históricamente” y que necesita “alguna solución”, su propuesta: convertirse en Ciudad Autónoma.
Las particularidades de La Línea
Cada día, al rededor de 11.000 linenses cruzan a Gibraltar para trabajar en la roca y regresar a España al atardecer. Entre estas dos localidades gaditanas existe no solo una frontera física y política sino también una importante brecha social y económica que convierte a la comarca en una de las más singulares de Europa. El desequilibrio es abismal puesto que La Línea siendo el flanco débil cuenta con un desempleo superior al 41% (datos de mayo de 2021), una bajísima cualificación de sus trabajadores y una sociedad corrompida por las grandes redes del narcotráfico, en contraste con el otro lado de la valla donde apenas existe el desempleo.
La respuesta a la propuesta de independizarse de Andalucía
La propuesta se hizo con los votos a favor del partido del gobierno local, La Línea 100x100, que tiene 21 ediles, incluido el alcalde, Juan Franco, con la abstención de los tres concejales del PSOE y el rechazo del PP, con un único concejal.
El PSOE, por su parte, expresó su preocupación por las consecuencias económicas y políticas que podría tener el propio proceso de consulta en caso de una negativa por parte del Gobierno y comparó la actitud del equipo de gobierno local con la de los responsables del “procés” catalán.
El PP, en un comunicado, calificó la medida como “un engaño político” y considera que se trata de “populismo” para “engañar a los ciudadanos jugando con el sentimiento linense”.
El Ayuntamiento contrató los servicios de la Universidad Complutense de Madrid para elaborar de un dictamen, por parte del catedrático de Derecho Constitucional Antonio de Cabo de la Vega, relativo a la viabilidad jurídica del proyecto. Dicho dictamen jurídico, de fecha 3 de julio del 2019, señala que esta pretensión ofrecería “un régimen orgánico-funcional, competencial y de gobierno político similar al instaurado en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla”.
Así el municipio se situaría en “una posición intermedia entre el régimen orgánico-funcional y competencial que actualmente disfruta y el estatus de las actuales comunidades autónomas”.
