El Granada CF sigue completamente detenido, se podría decir que nadie respira, a la espera de la decisión de Diego Martínez. El club rojiblanco es el reo que espera en el corredor de la muerte a que un jurado adopte la determinación acerca de vida o muerte.
Es justo reconocer que lo mucho conseguido por el técnico le otorga autoridad para que todos les esperemos, incluso para mantener a toda una institución casi centenaria en vilo, pero hasta cierto punto. El margen que el club rojiblanco le ha dado parece ya excesivo, porque tenemos que coincidir, y así opinan ya muchos aficionados, en que parece haber llegado el momento de adoptar una determinación y que todos comencemos a pensar mucho más en el club y sus seguidores y mucho menos en las personas, que tienen todo el derecho del mundo a mirar por sus intereses, pero el Granada CF debe estar por encima de todo y poner plazos, que parecen sobradamente desbordados. De lo contrario, la propiedad estaría consintiendo una falta de respeto inadmisible para un sociedad que no puede hacerle depender con su espera de una sola persona.
Parece también evidente que el club rojiblanco va tarde en acometer la planificación de la próxima temporada, para una Liga que este próximo año comenzará pronto, allá por mediados del mes de agosto, y sin olvidar que más de un mes antes los profesionales deben arrancar con los entrenamientos de pretemporada. Y sin dejar atrás que, en lo deportivo, se deben tomar múltiples e importantes decisiones que no deben ser adoptadas en ausencia de la de la figura del entrenador.
El tiempo acaba para el señor Rentao y para todo al que le importe el Granada CF. Ahora más que nunca los intereses de la comunidad deben prevalecer sobre el de las personas. Y sus responsables deben actuar ya!!!
