No pudo ser. El Granada se vio superado ampliamente por un Villarreal CF, que tuvo a su delantero Gerard Moreno como gran figura del partido. No sólo marcó los tres goles, dos de ellos de penalti, sino que lideró a su equipo en la creación de un magnífico juego de ataque que desarboló por completo la defensa rojiblanca. Los hombres de Diego Martínez vieron pronto cómo el encuentro se les iba. En el minuto seis el colegiado, seguramente como justicia, tras consulta del monitor VAR, se desdijo de su primer criterio y pitó penalti en una mano de Víctor Díaz dentro del área, pena máxima que supuso el primer tanto levantino. Diez minutos más tarde, el delantero internacional protagonizó una jugada espléndida para superar a Germán y a Rui Silva, y acabar así con un partido que sólo tuvo un color, el amarillo villarrealense. En la segunda parte vimos más de lo mismo, nuevo penalti contra los rojiblancos e incluso los de Unai Emery pudieron marcar más goles. En los últimos minutos Jorge Molina falló otro penalti, que hubiera servido para maquillar un poco el marcador final.