Pasado mañana jueves nos espera un enorme acontecimiento, tal vez uno de los más grandes y atractivos en los noventa años de historia y vida del Granada CF. Parece perfectamente natural que el presidente y a la vez propietario del club no quiera perdérselo. Es lógico que no quiera perder esta oportunidad de ver al equipo de su propiedad jugar en el ya llamado "partido del siglo". Supongo que imaginará que será altamente complicado, con el cambio de normativa, que los rojiblancos puedan volver a disfrutar de esta competición y poder repetir jugar un partido oficial ante una institución del fútbol mundial como es el Manchester United. Pero los aficionados esperan que la visita de Rentao Yi, si finalmente se produce y ese aviso no queda en agua de borrajas, no quede en sólo algo protocolario y ya está. Los hinchas quieren que se acometa y, en la medida de lo posible consiga, la renovación del técnico Diego Martínez. A mi juicio, la llegada del máximo mandatario debe incluir en su agenda la exposición de un proyecto para el club de Los Cármenes, la presentación de un diseño de intenciones que aún no conocemos abiertamente. Y dentro de este nuevo trazado, la continuidad del entrenador debe ser pieza absolutamente vital.
Sólo intentarlo seguro que merecerá la pena. Si al final lo consigue, será el primer gran éxito del flamante presidente.