Porque no hubiera sido justo que el Cádiz hubiera ganado un partido en el que el Granada CF tuvo la posesión de balón y el peso del juego, aunque bien es cierto que el conjunto de Álvaro Cervera gozó de varias ocasiones más de gol para batir el portal de un Luis Maximiano, que volvió a estar inspirado para evitar que los amarillos hubiera ahondado más en esa injusticia.
Porque los de Robert Moreno comenzaron golpeando en una acción individual de Luis Suárez, que debió haber acabado con el balón en el fondo de las mallas.
A partir de ahí los locales encontraron su tanto en una jugada de infortunio rojiblanco y luego un querer y no poder de los granadinos que encontraron su recompensa, absolutamente merecida, a falta de dos minutos para el final del tiempo reglamentario, cuando, de nuevo, un gol de oportunidad de Jorge Molina le da un punto de oro a su equipo y evita que el Cádiz CF les cace en la tabla clasificatoria.