La fortuna fue ayer cruel con el Granada CF, aunque las derrotas siempre tienen causas. Los rojiblancos mejoraron su imagen y rendimiento con respecto a las peores tardes y noches anteriores, pero queda saber cuánto tiene que subir el nivel de este equipo para obtener las victorias suficientes que le permitan continuar entre los veinte mejores equipos del fútbol español.
En Balaídos el Celta no arrolló a los rojiblancos, pero tuvo la posesión de balón durante casi todo el partido, bien es cierto, sin atosigar con demasiadas ocasiones de gol. En esto podemos cifrar esa mejoría del equipo de Robert Moreno que, no obstante, volvió a tener a Luis Maximiano como una de sus grandes figuras, tras detener un penalti, injusto, con el que su equipo fue castigado en el último tercio del partido.
Las decisiones arbitrales desfavorecieron al Granada CF
En lo que deben avanzar los rojiblancos es en la puntería, ya que las mejores oportunidades estuvieron en las botas de Alberto Soro y Luis Suárez, que no vieron meta. Mención aparte merece el comportamiento de buena parte del público vigués, que insultó sin tapujos a la afición y en general a toda la ciudad de Granada, algo que ni la Federación ni Antiviolencia deben consentir. El árbitro, con sus decisiones, una vez más, perjudicó al Granada CF.