Además, hablamos de turismo y de sostenibilidad, en el marco de unas jornadas que se desarrollaron la pasada semana en Málaga, y en las que la provincia sentó las bases de cómo ha de ser la recuperación de esta industria: el “Málaga Tourism Day”, que tuvo lugar el pasado día 7, reuniendo en el Palacio de Ferias y Congresos a agentes, empresas y entidades públicas y privadas de la industria turística para abordar el papel de la tecnología y la digitalización, estrategias de futuro, tendencias para destinos turísticos, la promoción en red, la reactivación turística y la era posvacunas. En la cita, se pudo repasar la situación presente, muy ligada al pasado más reciente y los efectos de la pandemia en miles de empresas y trabajadores del ámbito turístico: algo parece claro: cambiar tendencias nunca fue cosa de un día, si bien parece más evidente que nunca que el sector se sabe enrolado en una batalla donde el nuevo modelo turístico gire en torno a esas variantes.
Así se expresa en el denominado como manifiesto de Málaga, que marca el camino y resume en cierto modo la relevancia que aspectos como la accesibilidad a la formación, el respeto a los derechos humanos o la aplicación de causas justas en el trabajo, tienen en ese futuro a corto y medio plazo. Un documento que advierte además la necesidad de que las administraciones públicas incentiven y trabajen junto a la parte privada, en proyectos que ofrezcan soluciones eficientes a los problemas del sector.
Manifiesto completo
“El turismo mueve el mundo. Es hora de movernos nosotros para que resurja con fuerza.
En este punto de inflexión en el que nos encontramos, ha llegado el momento de replantear nuevas medidas y aptitudes hacia el turismo y todo lo que mueve a un nivel económico, social y político.
Es el momento de que los agentes que trabajamos en este sector, desde empresas, profesionales, destinos y turistas, nos unamos para compartir ideas, estrategias y soluciones a la hora de regenerar el turismo y hacerlo más adaptable a la nueva etapa que vivimos, más sostenible, respetuoso y accesible. Por eso, hoy nos unimos con un manifiesto conjunto donde plantear y reafirmar las bases de este nuevo turismo.
El nuevo turismo aprende del pasado, se adapta al presente y se adelanta al futuro.
Es consciente de su relevancia como motor socioeconómico, priorizando medidas y políticas donde se respete y se promueva el bienestar social y económico de cada país, apoyando su desarrollo interno.
Priorizamos un turismo respetuoso entre receptores y visitantes, cumpliendo y velando por los derechos humanos, así como el respeto y protección de los animales y su bienestar, junto con la conservación de la flora autóctona del lugar.
Concienciándonos a nosotros y futuras generaciones a un turismo sostenible, protegiendo los recursos naturales, así como el patrimonio cultural del destino, promoviendo el consumo local y artesano para un desarrollo equitativo de su economía, y respetando las relaciones de convivencia que se generan entre el visitante y el receptor.
Un nuevo turismo que tiene en cuenta las medidas contra el cambio climático, reduciendo las emisiones de CO2 al planeta, teniendo en cuenta la conservación de la biodiversidad, y fomentando métodos más ecológicos para el transporte, el alojamiento y otras actividades del sector, contribuyendo en todo lo posible a reducir la huella contaminante y apostar por otras alternativas más sostenibles, cuidando así del planeta y sus seres vivos.
El nuevo turismo se trabaja desde las administraciones, las empresas, y los profesionales del sector, adecuando las políticas económicas y laborales en cuanto a la igualdad entre trabajadores, sin discriminación de sexo, y en unas condiciones justas, saludables y comprometidas con la conciliación laboral y los derechos fundamentales de los trabajadores.
El nuevo turismo debe contar con al ayuda de otros sectores que puedan complementar y mejorar la oferta turística, así como incentivar proyectos impulsados por administraciones públicas y privadas para la búsqueda de soluciones eficientes en transporte, alojamiento, estilo de vida… que contribuyan a un turismo más adaptable, sostenible e innovador.
También las administraciones y agentes dedicados a la difusión del turismo, la educación y la cultura, deben crear e impulsar planes educativos para niños y jóvenes, con el objetivo de fomentar la curiosidad y el conocimiento. Plantar esa semilla de la curiosidad, del vivir nuevas experiencias, visitando nuevos lugares para conocer de cerca la historia, la cultura, el arte y el idioma del lugar, así como educar en el respeto y la apuesta siempre por decisiones más sostenibles.
El nuevo turismo solo se entiende con la colaboración conjunta de todos: entes públicos y privados, empresas, instituciones, profesionales, destinos, receptores, visitantes… Es indispensable dar al turismo su importancia y puesto relevante como impulsor de la economía y como una de las apuestas por potenciar el desarrollo económico de cada país, con medidas sociales y económicas que siempre tengan su base en el respeto, la sostenibilidad y el desarrollo humano”.