Ya estamos “enferiados”. Ya está Marbella viviendo su “semana grande”, aunque queda ese segundo comienzo tradicional, la inauguración de la llamada “feria de día” que será, como siempre a la una del mediodía.
Es ésta una festividad que por caprichos del calendario cae cada cuatro años entre las elecciones municipales y la constitución del nuevo ayuntamiento. No tiene mayor incidencia por el resultado de las urnas del pasado 28 de mayo, pero cuando hay un cambio de Gobierno, es probablemente lo único que no dé tiempo a cambiar, lo único que el nuevo se tiene que comer sí o sí del predecesor.
Segundo chascarrillo feriante de la mañana: Marbella tendrá su particular finca de La Caridad. Quedan despejadas algunas dudas al respecto de si el municipio aprovecharía esa gran extensión para celebrar allí todas las festividades. San Bernabé seguirá en el núcleo marbellí, en el mismo sitio que ha estado estos dos años, y que en función de lo que tarde en estar el nuevo planeamiento puede ser alguno más, de manera provisional.
Y tercero. Aquí no vamos a ser esa ciudad cara que es para la mayoría de las cosas: los cacharritos de los niños estarán a un precio más que razonable, teniendo en cuenta las barbaridades que se han visto en famosa ferias de la comunidad. Miren ustedes, pagar hasta 8 euros por un viaje es un escándalo. Y punto. Menos de la mitad valdrán en San Bernabé.