NO PARECE TAN DIFÍCIL. El continuismo elegido en las urnas
Terminar lo que estaba empezado y comenzar lo que estaba proyectado. Sería el índice de la programación de trabajo en Marbella para los próximos cuatro años.
El argumentario del PP es sencillo: si la ciudadanía ha depositado la confianza de nuevo en la formación, es porque le gusta su gestión y el camino por el que discurre la ciudad.
El carácter por tanto continuista del trabajo de los populares es también una apuesta fuerte y arriesgada por el contenido, por el número de proyectos marcados en rojo y por lo que significan algunos de ellos, viejas reclamaciones en el tiempo, algunas muy antiguas y necesitadas.
Tiene no obstante una especie de colchón de seguridad: si con toda una pandemia en mitad de una gestión han seguido saliendo las cosas adelante, o eso dicen al menos en el seno del Ejecutivo, más lo harán en condiciones “normales”.