Estamos ahora mismo a un poco más de 48 horas de poder tachar de la lista una de las grandes carencias de Marbella, de que la sección “Por increíble que parezca” reduzca su extensión.
Al tiempo que pasa entre que un político anuncia algo y de verdad empieza, y al habitual retraso de cualquier obra, se ha unido la falta de materiales, la falta de libros en las editoriales y que además, lo que se había contratado al principio, pues era de mucha calidad y tardaba más en elaborarse.
Pero ya está todo listo para que, oficial y completamente -porque sí se ha usado ya para alguna actividad- se abra y funcione la biblioteca central de Marbella que como saben se llama Fernando Alcalá.
Lo que no han cambiado los retrasos son el espíritu, la idea y el diseño con los que se concibió el espacio: será una biblioteca moderna, con lugar para el silencio, como siempre, pero también para el intercambio de ideas.
