EL ENCARTE

Un histórico emblema

Agustín Picazo fue el primero. Merry Antoja la última de momento. Entre ellos está toda la historia del hotel más emblemático de Marbella, uno que constituyó una marca en sí mismo en sus inicios. Fundado por el empresario Ignacio Coca, fu considerado el mejor de España y también el más caro en diferentes y varias épocas desde aquel 1962 cuando nació, Los Monteros vive ahora mismo una enésima juventud tras haber finalizado una gruesa reforma que lo ha hecho todavía más exclusivo, todavía más atractivo, todavía más señero.

Alfonso Olaso

Marbella |

Entre Picazo y Antoja, hay una larga lista de otros directores de Los Monteros. Los más conocidos quizá hayan sido, Gonzalo Laso, Ángel Miguel, Miguel Pintado, Alfonso Martín y Salvador Ríos. También Rafael de la Fuente y Fernando Al-Farkh. De estos dos últimos, el primero estuvo al frente entre 1971 y 1984. Recuerda que el hotel comenzó siendo modesto y con pocas habitaciones, pero con un grupo de profesionales excelentes -unos 400- que lo convirtieron en un lugar casi mágico, en el que se hizo realidad algo que parecía una empresa imposible.

Gracias a ese aura mágica y el trabajo de todos, Los Monteros fue abriéndose camino en el panorama nacional e internacional, hasta convertirse en un reclamo turístico. Durante el mandato de De la Fuente empezó a trabajar José García Osorio, un camarero que se haría famoso muchos años después y muy a su pesar, cuando siendo presidente del comité de empresa, vivió seguramente el momento más crítico del establecimiento. Era 2008. El dueño del hotel, un aparente magnate ruso llamado Ernest Malyshev, lo cerró de repente y empezó una aventura de más de un año, con agresiones incluidas, que no acabó con el final del señero emblema marbellí gracias a la perseverancia de parte de su plantilla que no dejo de acudir a sus puestos de trabajo, aunque claro, no cobraban.

En verano de 2010 terminó esa pesadilla. El empresario marroquí de origen judío, Judas Azuelos lo compró y confió la recuperación del hotel a Fernando Al-Farkh. Según ha recordado él mismo, idearon un plan a partir de una situación muy delicada.

Al-Farkh, junto a la plantilla, logró que Los Monteros volviera a ser lo que fue. Tras 13 años dirigiéndolo y coincidiendo con el cierre para su reforma, abandonó la dirección que ahora ha recogido la actual responsable, Merry Antoja. Bajo la marca de lujo Kimpton, Los Monteros quiere conservar su esencia pero ahora es más de diseño, con un interiorismo reformado y destinado a ciertos bolsillos. Con la reforma ha ganado 17 habitaciones y su atracción estrella, pretende serlo al menos sobre todo este verano, es la azotea.

El nuevo Los Monteros cuenta con una gastronomía de alto nivel, con José Carlos García al frente del restaurante Jara, el bar Azul y los bares de la propia azotea.

Por muchos años más.