EL ENCARTE

Piedras en el camino

Los más viejos del lugar no recuerdan un daño de tal magnitud. La A-397, la carretera de Ronda ya había sido antes escenario de derrumbes de piedras con cortes en la circulación, pero ni mucho menos como el del pasado sábado 8 de marzo; ni por la cantidad y tamaño de las rocas precipitadas sobre la vía, ni por lo que va a durar la reparación, ni por el perjuicio a las miles de personas que cada día hacen el trayecto entre sus casas y sus trabajos, sobre todo en el caso de los que viven en la Serranía y laboran en la Costa. En el otro sentido parece que el perjuicio, que también, es menor.

Alfonso Olaso

Marbella |

Seis meses -algo menos ya desde el anuncio de la consejera de Fomento, Rocío Díaz- va a tardar la carretera en estar completamente arreglada. En cuatro y medio intentará la Junta que uno de los dos carriles pueda abrirse al tráfico. La confirmación de esos plazos tan lejanos y que muchos temían llegó a los cinco días del derrumbe. Los temporales y las borrascas que se han sucedido en este marzo tan lluvioso retrasaron quizá el resultado de ese primer y esperado informe de los técnicos, al igual que han demorado el comienzo de los propios trabajos. El grueso no comenzó hasta seis días después, el 19, como anunciaba la propia titular de Fomento.

Onda Cero Marbella ha querido conocer los detalles de los trabajos, pero ni siquiera ha recibido respuesta de la Consejería. Aún así, podemos ahondar en lo que van a ser esas tareas gracias a Luis Cepedano, ingeniero de Caminos, residente en Marbella y con actividad casi a diario en Ronda, un gran conocedor, por tanto, de la A-397, del lugar en el que se produjo el derrumbe y de las tareas. Ha explicado que el accidente se ha producido en el punto con el talud más alto y con mayor verticalidad de la carretera. Se trata de una zona con piedra peridotita que es compacta pero que en la parte superior está muy fragmentada y mezclada con tierra, con lo que, en época de lluvias, el coeficiente de seguridad del talud baja y esta vez lo ha hecho tanto que no ha soportado el peso. Son estas circunstancias las que dificultan los trabajos.

De hecho, a juicio de Cepedano la carretera está bien hecha, dada la orografía del terreno. Apenas ha tenido problemas desde que existe como ahora. Lo ocurrido no es achacable a su estado de conservación. El lugar del derrumbe es único en toda la A-397.

En su caso, el perjuicio está siendo menor porque hace el trayecto inverso al de la mayoría. Ahora tarda en llegar a Ronda una hora y media, 30 minutos más que antes. Otros como él pero que viven en San Pedro emplean ahora una hora cuando antes llegaban a la “ciudad del tajo” en 50 minutos. Pero todos esos trabajadores de la Costa que viven en la Serranía están incluso triplicando el tiempo. El enfermero de Leganitos David Sánchez es uno de los perjudicados. Vive en Arriate y tarda, según los días y el viaje, más del doble. Y luego está el sobrecoste económico.

Por todo ese tejido productivo y también de cara a que el turismo que también recibe la Serranía no merme, la alcaldesa de Ronda, Mari Paz Fernández, ha pedido celeridad a la Junta de Andalucía con la obra y al Ejecutivo central que también contribuya para reducir al máximo las pérdidas.

Quizá sea el momento de agilizar también el proyecto de una autovía desde Málaga, y pensando más en grande, de ese superviaducto entre un poco más arriba de San Pedro Alcántara y Ronda, del que Diputación Provincial elaboró hace años un proyecto