Hoy ha comenzado en el juzgado de menores de Sevilla el juicio por la muerte de Jesús Rosado, el joven asesinado la noche de Halloween de 2022 en Palomares del Río cuando regresaba a su casa tras haber acudido a Sevilla para una fiesta. Esta mañana se ha sentado en el banquillo el que entonces era menor de edad, para el que la acusación particular pide 10 años de cárcel.
Hay cuatro menores entre los cinco implicados esa noche, y solo uno de ellos, ya mayor de edad, se ha sentado hoy en el banquillo. El otro imputado actualmente en prisión preventiva ya testificó en su día al igual que los otros tres jóvenes que presenciaron la agresión mortal.
Carmen Jiménez Cifuentes, madre de Jesús Rosado Jiménez, ha encabezado una concentración celebrada a las puertas del Juzgado de Menores número uno. Junto a familiares y amigos de Jesús Rosado Jiménez, reunidos tras una pancarta con la leyenda "que el mal no dure y que el bien no se rinda", Carmen Jiménez Cifuentes ha leído visiblemente emocionada un manifiesto, con el que ha reclamado "que se haga justicia y se pueda demostrar que a Jesús, un joven normal, lo asesinaron en grupo, a sangre fría y sin ningún motivo".
Jiménez ha avisado de que "matar no puede salir tan barato", manifestando que "un joven con 16 o 17 años es plenamente consciente de sus actos y debería serlo también de sus consecuencias"; lo que le ha llevado a solicitar la apertura de un "debate social sobre qué está ocurriendo con los jóvenes", para trasladarlo "al ámbito jurídico", porque "desgraciadamente cada vez hay más menores de edad implicados en delitos como robos con violencia o agresiones sexuales".
"Algo debe cambiar a nivel social y jurídico", ha dicho la madre del joven víctima de este crimen solicitando que los poderes promuevan "un plan efectivo contra la violencia juvenil" y, muy en especial; una reforma de la Ley del Menor para que "se castigue con más firmeza a los jóvenes delincuentes y que se proteja con más determinación al resto". Así, ha demandado "medidas correctoras serias y auténticas, con un respaldo legal desde que se detectan los primeros indicios de comportamiento indebido".
En ese marco, Carmen Jiménez Cifuentes ha apostado además por "incrementar la responsabilidad de los padres en cuanto a las actuaciones delictivas de sus hijos".