Beatriz Pitarch nos lleva hasta Cerdeña, una isla que hay que disfrutar, por lo que 3 ó 4 días se quedan cortos para conocer a fondo todo lo que ofrece. Desde el norte hasta el sur. Es siete veces más grande que Mallorca y las playas quizá sean de lo más conocido. Playas paradisíacas, diferente a Córcega, una isla cercana y muy conocida pero muy diferente, incluso pertenecen a países diferentes.
Algunos de los puntos que destaca Beatriz de Cerdeña nos llevan a Costa Esmeralda y el archipiélago de la Maddalena y de la Cabrera. Y otro de los lugares donde es imposible no hacer una fotografía es Cala Luna, una playa poco accesible, hay que andar unos cuatro kilómetros por caminos serpenteantes, pero que Beatriz recomienda.
Pero no todo son playas, también hay pueblos con mucho encanto, como Castelsardo. Casas bajas de colores en torno a una colina coronada por un castillo. Y Beatriz también destaca la cantidad de tesoros arqueológicos de Cerdaña como las “tumbas de los gigantes".