Luis Tobajas abre su #DesafíoViajero a la leyenda del Cristo de la Vega. Que cuenta que el joven Diego Martínez tuvo relaciones extramatrimoniales con Inés de Vargas y ante la petición de la muchacha, él le prometió que se casarían. Quiso el destino que al día siguiente Diego partió a la guerra, a Flandes.
Inés rezaba todos los días para que su amado regresara pronto y vivo y así sucedió tres años después. Pero cuando Diego regresó, con el rango de capitán y nombrado caballero por el Rey, la despreció y aseguró que él no había hecho ese juramento.
Después de mucho insistir, Inés se dirigió al gobernador, Pedro Ruiz de Alarcón, quién le preguntó si había algún testigo. Ella dijo que el juramento lo hizo Diego a los pies del crucifijo del Cristo de la Vega así que hasta ahí se marcharon los tres.
El gobernador preguntó al Cristo si era cierto el juramento. Entonces se oyó una voz grave que dijo “lo juro” y a continuación, el Cristo descolgó la mano posándola sobre el acta de juramento. Aún hoy se puede ver al Cristo en esta posición.