Lo primero que nos dice Beatriz Pitarch de Namibia es que es un país más grande de lo que podamos imaginar y que las distancia entre las poblaciones son muy largas (de incluso 6 y 7 horas en coche de una localidad a otra) por lo que es necesario planificar muy bien el viaje para poder ver todo, o lo máximo, que ofrece este territorio africano.
Otra de las características que destaca Beatriz en #Destinosenunclick es que es muy fotogénico, desde el color albaricoque de la arena de sus desiertos hasta los árboles que parecen ser esculturas y de los que sólo quedan tronco y ramas. Incluso nos habla de un pueblo abandonado que ha sido tomado por la arena que se ha adentrado en los edificios que mantienen sus puertas abiertas.
Hay dos lugares imprescindibles. Una es la costa de los esqueletos en la que se entremezclan los cascos de barcos que han chocado y los de las ballenas que han varado. Y es que se trata de una zona con mucha niebla, con bancos de arena movediza y de fuerte oleaje.
Y el segundo imprescindible es la tribu de los Himba. Es muy característico porque se cubren el cuerpo y el pelo con una pasta de barro y ceniza que le da un color rojizo. Además, tienen costumbres muy curiosas como que las mujeres embarazadas se sientan bajo un árbol a la espera de la inspiración para componer una canción para su futuro hijo. Esa canción le va a acompañar durante toda su vida y en todo momento, incluso en un momento de pérdida, toda la tribu la canta para arropar a esa persona.