En #Destinosenunclik, Beatriz Pitarch nos propone viajar hasta Bulgaria y adentrarnos en un espacio al que hay que llegar hasta la cima de una montaña ya que es donde descubriremos el Wolduya. No hay autobuses ni trenes, así que hay que llegar en coche de alquiler.
Desde fuera parece un ovni, pero en realidad fue la sede del partido comunista en Bulgaria, se construyó en 1981 y pretendía ser todo un símbolo del régimen, sólo que en 1989 fue derrocado y el edificio se abandonó. Incluso ha sido saqueado y ha desaparecido el mármol de las paredes y el suelo.
El acceso al interior es prácticamente imposible, si se accede hay que hacerlo a través de una alcantarilla, y aún así resulta peligroso. Pero cuando se llega a su interior, es un espacio muy fotogénico por la luz que se filtra por los agujeros del tejado, incluso se puede observar en el techo la hoz y el martillo y algún resto de los mosaicos.