Las líneas de Nazca son unos geoglifos que representan uno de los grandes misterios y que Luis Tobajas, en #DesfíoViajero trata de desentrañar. Lo que nos cuenta Luis es que estas líneas están en campos entre Nazca y Palpa, en el departamento peruano de Ica. Son muchas figuras en unos 500 kilómetros cuadrados y solo se pueden ver correctamente desde el aire.
Estas líneas se datan de entre 100 y 500 años después de Cristo de acuerdo con restos arqueológicos que se ha encontrado y a los que se les ha realizado la prueba del Carbono 14. Hay grandes figuras muy reconocibles como el colibrí, la araña que tiene un diámetro de 42 metros, el cóndor de 137 metros o el mono que mide 135 metros. Luis destaca que también hay figuras curiosas como las manos o la figura de lo que hoy nosotros identificaríamos con un astronauta.
Relacionada con las líneas de Nazca, Luis relata la historia de una mujer que es conocida como “La dama de Nazca” porque dedicó toda su vida al estudio de estas líneas. Su nombre era Marie Reiche, nació en Alemania y llegó a Perú para ser la institutriz de los hijos del cónsul alemán en Cuzco. Se involucró tanto en su estudio que hasta barría las líneas. Una vez se pinchó con un cactus en un dedo y tuvieron que amputarle la mano, ella lo identificó como una señal ya que es la misma que se en una de las figuras.
Para ver bien las figuras hay que verlas desde el cielo, Luis asegura que, a pesar de que el vuelo no es de lo más cómodo (se realiza en avioneta), dura entre 20 y 30 minutos y realiza muchos virajes para acercarse a las figuras, merece la pena. Un viaje que bien merece el diploma que dan al bajar.