En el sudeste asiático hay muchos destinos increíbles en los que se puede descubrir no sólo naturaleza sino también patrimonio y, sobre todo, su gente. Pero hay destinos que adquieren una fama no muy positiva dependiendo del turismo que reciben. Es el caso de la localidad de Vang Vieng, en Laos.
Este destino que nos descubre Beatriz Pitarch en #DestinosenunClick era parada obligada entre los primeros viajeros que hacían el trayecto entre Luang Prabang y Vientián, pero acabó convirtiéndose a comienzos de la década de los 2000 en destino de “turismo de borrachera” por europeos y australianos. Con el paso de los años, fue el escenario de una serie coreana y esto despertó el interés por los coreanos.
Pero al margen de este tipo de turismo, Beatriz Pitarch consiguió reconciliarse con este destino porque sus paisajes y sus gentes fueron muy propicios. Fue de mochilera y eso le abrió la posibilidad a entablar más relación con los locales, quienes le contaron cómo han sabido aprovechar el turismo para que todos los poblados puedan beneficiarse.
Una vez en Vang Vieng, Beatriz nos hace cuatro recomendaciones que no hay que perderse:
- Cuevas: Vang Vieng está rodeada de cuevas de formaciones calcáreas y la propuesta es visitar la de Tham Phu Kham. Está a unos siete kilómetros del poblado y hay que subir una pendiente, pero se puede hacer andando, en bici o en moto alquilada. En esta cueva nos encontramos con Buda reclinado al que le entra luz natural y le llevan ofrendas.
- Blue Lagoon: el lago azul, con un agua que refleja un color turquesa excepcional, a no ser que se vaya en época de lluvias, que entonces el agua es barro.
- Cerro de Pha Poak: llegar a la base es fácil, el ascenso es más complicado porque hay zonas en las que no hay camino, pero llegar a la cima merece la pena por las vistas.
- Cascada: a unos ocho kilómetros de Vang Vieng hay una cascada con una caída de unos 34 metros a la que van los locales para disfrutar de relax fuera del turismo de masa.