Esta situación también genera incertidumbre entre los padres, ya que deben conciliar la vida familiar y laboral. Y es que un niño contagiado por COVID debe quedarse, al menos, una semana en casa, algo que trastoca el día a día de las familias.
Aunque no hay una edad legal para que un menor se quede solo en casa, algunos padres recurren a los abuelos, aunque no es la opción más adecuada por el riesgo de contagios. Otros progenitores optan por pedir días de libranza o asuntos propios para poder atender a sus hijos.
Ansiedad en las aulas
A todos se nos está haciendo larga esta pandemia, pero en especial a los jóvenes. Los expertos alertan del incremento de casos de ansiedad entre los escolares, TOCs y problemas para seguir con las rutinas y los hábitos.
La vicepresidenta de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos, Mari Carmen Morillas, apuesta por reforzar la función de los psicólogos en las aulas para reconducir la conducta de los jóvenes.