El suicidio es la primera causa de muerte en personas de 25 a 34 y de 35 a 44 años; y la segunda entre los 15 y 24 años, según el Instituto Nacional de Estadística. Con estos datos, los expertos entienden que las redes sociales, como hábitat natural de la juventud, pueden ser un valioso instrumento para lanzar mensajes en los que música, imagen y texto lleguen a adolescentes y jóvenes y les motiven para pedir ayuda y expresar sus problemas.
La psiquiatra y coordinadora de la Estrategia Aragonesa de Prevención del Suicidio, Isabel Irigoyen, recalca que detrás del 90% de los intentos de suicidio hay un problema de salud mental, de ahí la importancia de detectar y dar importancia a los signos que pueden indicar que un adolescente tiene pensamientos suicidas. Estas señales pasan, generalmente, desapercibidas en el entorno del joven, y muchas veces se debe a que no se buscan momentos de diálogo en la familia.
Sólo en los seis primeros meses de 2022 se quitaron la vida 9 personas de menos de 29 años. La doctora Irigoyen también subraya la importancia del factor género, y es que el número de adolescentes y jóvenes varones que intentan acabar con su vida triplica al de las chicas, aunque la balanza se está equilibrando últimamente.
