La pandemia ha vuelto a dejar a la capital oscense sin fiestas patronales por segundo año consecutivo. Y aunque no hay actos oficiales de ningún tipo, el ambiente laurentino se ha vuelto a vivir en la calle, especialmente en las terrazas que esta mañana se han llenado de oscenses vestidos de blanco y verde que han querido disfrutar en familia o con los amigos del tradicional almuerzo.
Ambiente que previsiblemente continuará a lo largo de la jornada con vermús, comidas y cenas. Eso sí, el lleno de las terrazas de este año, marcado por la COVID-19, nada tiene que ver con el lleno de las terrazas de otros años y es que las medidas sanitarias obligan al cumplimiento de aforos y de distancias de seguridad. El concejal de Fiestas Ramón Lasaosa, lamentaba que de nuevo la ciudad se haya quedado sin fiestas debido a la pandemia y que los hosteleros vuelvan a quedarse sin una de sus principales fuentes de ingresos.
Además, Lasaosa espera que, al igual que sucedió el año pasado, los oscenses vuelvan a dar ejemplo con su comportamiento. No obstante, durante toda la jornada se ha dejado notar la presencia policial en algunas de las plazas, calles y parques que podían resultar más problemáticas. Además, se ha vallado tanto la plaza de la Catedral como la fuente de la plaza de Navarra. El operativo especial de las fuerzas y cuerpos de seguridad que incluye 300 agentes es más numeroso durante este lunes y mañana martes, pero se mantendrá de manera constante a lo largo de toda la semana. En lo que llevamos de lunes no ha habido incidentes reseñables, pero el operativo del fin de semana se saldaba con 31 propuestas de sanción la mayoría de ellas por saltarse el toque de queda entre las 1.00 y las 6.00 de la madrugada.
También desde el Colegio de Médicos insisten en apelar al sentido común y a la responsabilidad para evitar el incremento de los contagios. Recuerdan que en la capital oscense la incidencia a 14 días sigue en riesgo extremo y alertan de la elevada carga asistencial tanto en Primaria como en los hospitales. Maite Villarroel, vocal del colegio, cree que un repunte por las “no fiestas” puede tener consecuencias muy graves y pide a los oscenses que no se relajen.
La pandemia de coronavirus también se deja sentir en los actos religiosos, que contarán con medidas anticovid como aforos reducidos y distancia de seguridad. La Basílica de San Lorenzo acogerá esta tarde a partir de las 19,30 horas, una misa solmene con motivo del inicio de la semana laurentina. Sin embargo, este día nueve no se celebrarán las tradicionales Completas. Mañana, día de San Lorenzo, los actos religiosos continuarán con el rosario de la aurora a las 8,30. También se celebrarán eucaristías a las 8, 9 y 10 horas. A las 12 horas será la solemne pontifical, que presidirá el obispo de la Diócesis Julián Ruiz Martorell.