En toda la comunidad se pueden encontrar los neveros o pozos de hielo que servían, hasta no hace muchos años, a conservar el hielo para utilizarlo para diferentes usos. Construcciones de los siglos XVI y XVII que en la comarca del Bajo Aragón se denominan neveras y que parte de ellas se han recuperado y forman parte de la Ruta de las Bóvedas del Frío.
El historiador Alberto Bayod, explica que cada nevera es diferentes porque dependía del terreno en el que se construía y del maestro de obras. Las neveras de la comarca del Bajo Aragón están declaradas Bien de Interés Cultural porque mantienen una tipología de arquitectura popular muy similar.
Bayod recuerda que la función que tenían estas bóvedas era mantener el hielo que, sobre todo, se utilizaba con ánimo terapéutico y se trasladaba por las diferentes localidades. Hasta finales del siglo XIX hubo neveras que estuvieron en pleno funcionamiento en la comarca, hasta que llegó la producción de hielo industrial y los frigoríficos. En Aragón se conservan más de 500.
La Ruta de las Bóvedas del Frío del Bajo Aragón está formada por las construcciones que se pueden encontrar en los municipios de Aguaviva, Alcañiz, Belmonte de San José, Calanda, La Cañada de Verich, La Ginebrosa, La Mata de los Olmos y Valdealgorfa.