El 16 de octubre dio comienzo la temporada de caza menor. En Aragón hay más de 46.000 licencias y unos 1.500 cotos, lo que hace que la actividad cinegética tenga un importante peso en la comunidad. Nicolás Urbani, veterinario y asesor técnico de la Federación Aragonesa de Caza, explica que no sólo es importante a nivel económico sino también para el territorio.
La temporada de este año viene marcada por la situación meteorológica, con temperaturas muy cálidas que no sólo afectan a las especies cinegéticas sino también a los animales que sirven de apoyo en las cacerías que se ven afectados por el calor. Urbani asegura que hay que tener cuidado con los golpes de calor o la deshidratación.
Según el plan general de caza, en estos momentos está permitido cazar especies como la perdiz roja, el conejo, varios tipos de torcaces y aves acuáticas o incluso el zorro. Según Nicolás Urbani, las especies son variadas y se adapta a la normativa y a la autogestión de los cotos, dependiendo de la población de cada una de las especias.