Aunque tienen que asumir el aumento del coste de la cesta de la compra, los gobiernos autonómicos no han subido los precios de los contratos de prestación de este servicio esencial para la conciliación de las familias. Por eso, creen que podrían acumular pérdidas económicas. En Aragón, hace ocho años que no se actualizan esos precios.
El portavoz de la Plataforma por unos comedores escolares públicos de calidad, Genaro Delgado, teme que las empresas reduzcan la calidad de los alimentos que sirven a los menores para compensar el aumento de costes.
Nuevo modelo de licitación
Los contratos de comedor se firman en general para un periodo de entre 2 y 4 años. La Plataforma apuesta por implementar otro modelo de licitación de los comedores escolares más flexible, que permita adaptarse a la realidad de cada momento, además de planificar con mayor previsión.
Esos acuerdos-marco implicarían contar con bolsas de empresas, y una revisión más frecuente de la prestación del servicio. Ello permitiría rescindir un contrato si hay incumplimientos, para recurrir a otra empresa de la bolsa, por ejemplo.