Hasta hace unos años era habitual que en las cocinas y muchos de los baños de las casas, en oficinas o en almacenes se colocaran tubos fluorescentes para iluminar las estancias. Desde el 25 de agosto de este año está prohibido fabricar estos elementos, concretamente los T5 y T8. Si se van a poder seguir comprando mientras haya stock en los almacenes de los comercios.
El motivo de la prohibición y de la nueva normativa europea viene dada, en gran medida por los componentes contaminantes y perjudiciales para la salud que forman parte de estos tubos fluorescentes. Y es que, como indica Carlos Lozano, técnico de la Asociación de Entidades del Sistema de la Seguridad Industrial de Aragón (AESSIA), contienen elementos como el mercurio.
Pero no es el único motivo, también viene asociada esta medida a la apuesta de la Unión Europea por la eficiencia energética ya que hay nuevos elementos de iluminación como puede ser la tecnología LED que además de tener más horas de uso (50.000 frente a las 10.000 de un fluorescente), ayuda a ahorrar energía y a reducir los gases invernadero.
Cómo deshacerse de los fluorescentes
Lozano explica que debido a esos elementos contaminantes que contienen los tubos fluorescentes no se pueden tirar a los contendores de basura sino que hay que depositarlos en los puntos limpios de las ciudades o incluso en las tiendas de iluminación y donde vendan este tipo de elementos ya que tendrán contenedores específicos para fluorescentes.
A la hora de decidir suplantar este tipo de iluminación por otro, será necesario cambiar la luminaria o la lámpara, para ellos desde AESSIA aconsejan llamar a un electricista profesional o a una empresa autorizada. Ellos mismos, al cambiar la luminaria se harán cargo de desechar los fluorescentes en el lugar adecuado para ello.