Los datos de obesidad llaman la atención, de acuerdo al informe “Estrategias Rápidas de Pérdida de Peso en la Población Española” que han elaborado desde la Fundación Mapfre y la Academia Española de Nutrición y Dietética, el 52% de la población adulta tiene sobrepeso, un 44% si se circunscribe a Aragón. Y 7 de cada 10 personas han intentado perder peso, en siete ocasiones de media.
Giuseppe Russolillo, presidente de la Academia Española de Nutrición y Dietética, explica que las mujeres y los jóvenes a partir de los 16 años son los perfiles que más comienzan una dieta, motivados por una dictadura de la estética y de modelos de unos cuerpos determinados, sin ser del todo conscientes de las repercusiones que pueden tener a largo plazo para la salud.
Algunas de las repercusiones que destaca Russolillo de las “dieta milagro” a corto plazo pueden ser dolor de cabeza, ansiedad, estreñimiento o irritabilidad, mientras que a largo plazo se puede tener daños hepáticos, renales, en el corazón o incluso un aumento de mortalidad por enfermedad cardiovascular. Si estos efectos se conocieran nada más comenzar la dieta, Russolillo está convencido que nadie comenzaría uno de estos procesos.
Algunos datos, el 53% de las personas hacen dieta milagro, el 40% reconoce que son peligrosas, el 45% saben que tienen falta de nutrientes y el 65% reconoce que hacen mal en no consultar a un profesional. Precisamente, por estos razonamientos, el presidente de la Academia Española de Nutrición y Dietética, afirma que lo primero es ponerse en manos de un profesional sanitario que haga un reconocimiento y buscar a un dietista nutricionista que haga un diagnóstico sobre si es persona necesita o no una dieta, en función también de su relación con la comida.
Asegura que ha de ser un tratamiento individualizado y en el que se establezcan estrategias a largo plazo. Giuseppe Russolillo concluye con que hay que entender que es un cambio de estilo de vida, de alimentación y se necesita tiempo poder conseguirlo.