reparación RN-134

López Guarga: "Se ha perdido un tiempo muy valioso"

El decano del Colegio de Ingenieros de Caminos de Aragón se ha mostrado muy crítico con la actitud de la administración gala y alerta de que las lluvias propias del otoño pueden ralentizar los trabajos y alargar los plazos.

Redacción

Madrid |

El decano del Colegio de Ingenieros de Caminos de Aragón, Rafael López Guarga, se muestra escéptico con los plazos y la solución adoptada por Francia para arreglar la RN 134, cerrada desde el pasado 7 de septiembre por un deslizamiento.

López Guarga ha lamentado la tardanza de los franceses, ya que hemos esperado casi un mes a su decisión para reparar este tramo carretero. En su opinión, nuestros vecinos han optado por la solución "más sencilla" como es rellenar el terraplén, por lo que la estimación de la administración francesa es un plazo de cuatro meses para reparar esos 50 metros de carretera. Francia señala enero de 2025 como fecha prevista para la reapertura, unos plazos de los que duda López Guarga teniendo en cuenta que estamos en otoño y la climatología a partir de este momento se prevé más inestable.

López Guarga se ha mostrado muy crítico con la actitud de la administración gala que hasta ahora ni siquiera se ha acercado al terreno afectado e insiste en que al menos las dos primeras fases del proyecto, acopiar el material y rellenar el socavón, podrían estar ya hechas. "Estamos en otoño y las lluvias propias de la estación podrían obligar a paralizar los trabajos ya que con el terreno mojado no se puede avanzar", ha apuntado. Lamenta el desinterés mostrado por Francia con esa vía y el paso fronterizo del Somport y recalca que su reapertura será muy beneficiosa no solo en términos económicos sino también para garantizar la seguridad vial.

Cabe recordar que tanto Aragón como España han mostrado su disposición a ayudar a Francia si es necesario para lograr reducir los plazos de la reapertura. En este sentido, el decano del Colegio de Ingenieros de Caminos de Aragón ha indicado que ese interés que muestran los políticos tendría que llegar a traducirse en un convenio o sociedad mixta en la que participen gobiernos de ambos lados de la frontera y pudieran actuar independientemente de dónde se produjera la incidencia.

Con todo López Guarga considera que la actitud de Francia es una tomadura de pelo que no debemos aplaudir.