El Monasterio de Piedra es un referente y a poco día de que se cumplan cinco meses desde que tuvieron que cerrar las puertas por los efectos de la DANA, ha reabierto sus puertas con éxito de público, a pesar de la amenaza de mal tiempo. Visitantes llegados de todos los puntos de España y del entorno se han acercado para conocer cómo han quedado los accesos y cómo ha cambiado la morfología de algunos de los espacios más emblemáticos.
Clara Gormedino, responsable de comunicación del Monasterio de Piedra, explica que el 29 de octubre de 2024 se vivieron unos momentos de incertidumbre y temor por los daños que la crecida del río Piedra, a consecuencia de la DANA, pudiera ocasionar. Recuerda cómo si el caudal del río suele ser de un metro cúbico por segundo, se llegaron a registrar hasta casi 96 metros cúbicos por segundo, llegando a los tres metros y medio de altura en algunas zonas. Una crecida que se sumó a la que se vivió en septiembre, de menor intensidad, pero que también generó algunos daños.
Durante los últimos cuatro meses y medio se ha trabajado intensamente en reparar todos los daños ocasionados por el agua que arrasó con todos los caminos, señalizaciones, puentes y todo el mobiliario que había por el parque. Los trabajos han consistido, básicamente, en recuperar la accesibilidad al parque a través de los senderos, reconstruir puentes y llevar a cabo obras de prevención y consolidación que ayuden a que, si vuelve a sufrirse una crecida como esta, se ocasiones los menores daños posibles, tal y como explicaba Clara Gormedino.
Cada año visitaban el Monasterio de Piedra en torno a 300.000 personas para disfrutar de emblemas como la Cascada Caprichosa, la Gruta Iris, el Baño de Diana, Los Vadillos o los Fresnos, de la naturaleza en su máximo esplendor. De momento, la Gruta Iris permanece cerrada, pero el resto de los atractivos del Jardín Histórico se pueden disfrutar de una forma renovada.