Desde la empresa pública Sarga, a través de la Dirección General de Educación Ambiental del Gobierno de Aragón, se han organizado algunas actividades de cara al Puente de la Inmaculada y la Constitución. Siete, de los 18 centros de interpretación que hay en los espacios protegidos, acogerán un taller para realizar tarjetas navideñas que después se podrán plantar.
Verónica Hernández, Técnico de Educación Ambiental de la Red Natural de Aragón, explica que cada participante recibirá una hoja realizada con semillas en la que podrá escribir no sólo su felicitación navideña sino también buenos deseos para el medio ambiente de cara a 2025. Hernández incide en que, de esta manera, se pretende generar un espacio de reflexión sobre cómo las acciones del día a día pueden ayudar a mejorar el medio ambiente. Crear una metáfora de que todo lo que se siempre, acabamos recogiéndolo en el futuro
Todas las actividades son gratuitas, pero hay que reservar previamente porque las plazas son limitadas, 15 por cada uno de los talleres que se realizan en siete centros de interpretación. Las reservas se pueden realizar en la web de la Red Natural de Aragón www.rednaturaldearagon.com. Centros que se podrán visitar también durante estos días festivos.
Rutas senderistas
También es un buen momento para disfrutar de la naturaleza en las tres provincias aragonesas con tres senderos espectaculares que propone Verónica Hernández:
- Desde centro interpretación de Agramonte, el sendero de la Fuente de la Teja. Es muy sencillo, circular y se pueden ver paneles interpretativos con diferentes tipos de vegetación que se puede encontrar en la cara norte del Moncayo, bosques de robles, abedules o hayas.
- Desde San Juan de la Peña, en la pradera de San Indalecio, en el monasterio nuevo, parte un sendero circular que recorre el mirador del Balcón de los Pirineos y el mirador de San Voto. Dos miradores muy interesantes porque ofrecen una perspectiva diferente del Pirineo.
- Desde el centro interpretación de Dornaque, en los Pinares de Rodeno en Albarracín, parte del Prado del Navazo, un sendero circular que trascurre por abrigos con pinturas rupestres y en el que se aúna el patrimonio cultural con el natural.
