Un ejemplo de la desigualdad en las ayudas entre ambos países lo viven en primera persona en el Restaurante El Callizo de Aínsa. Sus propietarios, Josetxo Souto y Ramón Aso, tienen otro local en la estación francesa de Piau-Engaly. Este negocio recibe desde octubre una inyección de 10.000 euros al mes del Gobierno francés frente a los 2.000 que han recibido del Gobierno de Aragón en toda la pandemia.
Además de las cantidades percibidas, Aso ha destacado la transparencia con la que se toman las medidas siempre consensuadas con los sectores afectados. Insiste en que es necesario articular medidas urgentes “ya” para evitar otro éxodo poblacional como el vivido por el Pirineo en los años 70.
Con este panorama, Asociaciones turísticas y empresariales, ayuntamientos y el movimiento ciudadano SOSPIRINEOARAGONÉS volverán a manifestarse este viernes, día 5, de forma simultánea en Aínsa, Jaca, Biescas y Castejón de Sos. Volverán a denunciar el abandono y a reclamar al Gobierno de Aragón un plan de rescate urgente para el tejido empresarial.