El abogado de la Asociación Defensor del Paciente cuenta el último caso llegado hace apenas un día a su despacho: el de un paciente que llegó a un servicio de Urgencias con unos síntomas a los que se restó importancia, enviándole a su casa, a pesar de que presentaba una analítica alterada por el avance de una infección que se desbordó 24 horas después provocándole graves secuelas. Ricardo Agóiz afirma que se han dado altas de forma indebida, como ésta, para reducir el riesgo de contagio en estos servicios.
Otro tipo de situaciones es el de pacientes a los que se les ha diagnosticado tarde una enfermedad grave por los retrasos o cancelaciones de pruebas en los momentos más duros de la pandemia. En estos casos, a pesar de tratarse de una situación sobrevenida que supuso una modificación extrema del sistema asistencial, Agóiz considera que la administración debe responder ante los afectados.
El letrado considera comprensible la toma de decisiones de emergencia, sin que ello implique que se desatiendan otras dolencias o se traten de manera inadecuada. Es el caso de las listas de espera quirúrgicas; Agóiz admite que se hayan tenido que cancelar operaciones, pero subraya que, si estando en una lista de espera se produce un agravamiento del estado del paciente, la lista debe modificarse para darle prioridad.