Desde TuHuesca, Fernando Blasco, nos habla de la historia de San Vicente, copatrón de Huesca e íntimamente ligada a la del patrón de Zaragoza, San Valero, ya que era su diácono.
San Vicente murió el 22 de enero del 304, en una persecución a los primeros cristianos por parte de los romanos. Fue apresado en Zaragoza, junto a San Valero, y juntos fueron trasladados a Valencia, donde fueron martirizados. Cuando San Vicente falleció, su cuerpo fue arrojado al mar atado a una rueda de molino (por eso se le representa con una rueda de molino) para que se hundiera. Sin embargo, el cadáver regresó a la arena de la playa.
Monumentos
Desde el siglo XIII, San Vicente tiene dedicadas dos iglesias en Huesca. San Vicente el Alto era una mezquita, cristianizada en su honor después de la conquista por el rey Pedro I de Aragón de la Huesca musulmana en 1096; desde el siglo XVII, es un convento de monjas carmelitas calzadas, el convento de la Asunción.
La iglesia San Vicente el Bajo, del siglo XIII, situada junto a una de las puertas de las murallas, pertenece a los jesuitas desde hace cuatro siglos, y es conocida como la Compañía.