Esta mañana se ha abierto la vacunación contra la gripe a toda la población en general. Hasta ahora estaba reservada a los pacientes de riesgo, personal sanitario o mayores de 60 años. Todos los ciudadanos pueden pedir cita en el centro de salud para recibir las dosis y protegerse contra la gripe ahora que los casos siguen aumentando tras la Navidad. En este primer día los centros de salud de la capital oscense no han registrado una afluencia masiva. En el Centro de Salud Pirineos, solo 26 pacientes habían solicitado hora para los 60 huecos disponibles.
Marta López, responsable de Enfermería en Atención Primaria, apuntaba que el anuncio el pasado viernes de que la campaña se abría ya a todos los ciudadanos ante el incremento de la incidencia, había cogido un poco por sorpresa a los ciudadanos. De ahí la escasa demanda del primer día, “pero habrá que esperar para ver cómo evolucionan las citaciones conforme avance la semana”, ha señalado.
Según los datos de Salud Pública, en el sector Huesca el porcentaje de población que decide ponerse la vacuna aumenta conforme a la edad. En el sector de Huesca, la cobertura vacunal ha alcanzado el 68% en los mayores de 65 años, cuando el objetivo era llegar a un 75%. La franja de más de 80 años sí llegó al 84%, por encima de la media de Aragón. Entre 75 y 79 años, la cobertura ha sido del 72%, y a partir de aquí empieza a descender hasta el 29% entre los de 60 a 64 años, un colectivo que hasta este año no se había contemplado como personas vulnerables.
Las razones que han argumentado los pacientes que hacían cola para vacunarse son principalmente el aumento de la incidencia y el miedo a posibles contagios a los mayores. Aunque la mayoría de los casos de contagios producen síntomas leves, en las últimas semanas la elevada incidencia ha causado momentos de saturación en los centros de salud y también en el Punto de Atención Continuada de Pirineos
En opinión de López hay varios factores para que la población se haya relajado con la vacunación. Para empezar el cansancio de la población con la vacunación, tras una pandemia casi cuatro años. “La gente se ha relajado, tanto en la vacunación como en el uso de las mascarillas y la higiene de manos". También influye el cambio climático, ya que el inicio de la campaña en otoño coincidió con temperaturas de 25 grados. López considera que hay que hacer un esfuerzo para explicar por qué hay que vacunarse antes de que empiece la campaña. Así se aumentaría volumen de personas vacunadas durante los primeros meses y evitaría un pico de incidencia, sin llegar a la situación de sobrecarga en el sistema sanitario.