SOCIEDAD

Las exmonjas de Belorado abren su restaurante en Arriondas

Las polémicas religiosas han decidido encaminar sus pasos hacia el negocio de la restauración, lo combinarán con la cría y el entrenamiento de perros de terapia para mujeres maltratadas y colectivos desfavorecidos.

ondacero.es

Oviedo |

La rebelión de las monjas de Belorado: las claves de su salida de la Iglesia Católica
La rebelión de las monjas de Belorado: las claves de su salida de la Iglesia Católica | Europa Press

El restaurante que las exmonjas de Belorado (Burgos) han impulsado en Arriondas, en el municipio asturiano de Parres, será inaugurado oficialmente este martes día 11 de marzo con una presentación a medios de comunicación. Así, a partir del miércoles día 12, el nuevo establecimiento hostelero de la comarca del oriente asturiano ya funcionará como uno más. No obstante, el entorno cercano de las emprendedoras ha señalado a Europa Press que ya son muchas las reservas y el interés que están recibiendo desde su llegada al Principado. Estos días ya están dando algunas comidas para ultimar detalles, realizar todas las pruebas posibles y que no falle nada.

"Están desbordadas con la cantidad de llamadas, las solicitudes de reservas y las peticiones de medios de comunicación y televisiones", ha indicado su jefe de prensa y portavoz, Francisco Canals. Ha afirmado que se trata de un caso de "emprendimiento de éxito" y del primer restaurante de clausura "dirigido por monjas rebeldes y unidas ante la adversidad". De esta forma, el restaurante estará abierto un mes después de que las exmonjas anunciasen públicamente que iban a alquilar un hotel en Asturias por 1.600 euros mensuales con el objetivo de obtener recursos.

También explicaron que iban a comprar un terreno destinado a la cría y cuidado de perros y otros animales, ya que tenían diversos proyectos relacionados con el entrenamiento de estos animales para mujeres maltratadas o la formación de canes guía para colectivos desfavorecidos, entre otros. Las propias exmonjas de Belorado se encargarán de la cocina, mientras que el personal atenderá a mesas y clientes preservando así su clausura. El restaurante ofrecerá una combinación de platos tradicionales asturianos junto con recetas propias de las Clarisas, otorgando un papel especial a la repostería, magdalenas y chocolates.