Esta práctica afecta más a chicas que a chicos, y nunca es un hecho aislado, sino que va ligado a otros problemas de salud mental. Este tipo de adolescentes necesitan aprender a gestionar sus emociones de otra manera, y necesitan terapia.
En la sección os damos pautas para saber si vuestro hijo podría tener este problema, a qué cosas podemos estar atentos. Y lo principal para ayudar a quien pasa por esto es escucharle, prestarle atención. Muchas veces solo necesitan verbalizar lo que les pasa.