Desde hace semanas gestionar esas bajas repercute en los centros de salud, ya saturados en la atención a pacientes.
Algunos médicos aseguran que “tengo que dedicar más tiempo al papeleo que a la atención a los enfermos”. Hablamos de la situación con el Dr. Rubén Villa, presidente de la Sociedad Asturiana de Medicina Comunitaria y Familiar.
Minutos después de la entrevista se ha conocido que los equipos de inspección del Sespa gestionarán las bajas y altas laborales por COVID.
Las personas con una prueba diagnóstica positiva recibirán una llamada del equipo de rastreo en la que se les preguntará, entre otra información, sobre la necesidad de tramitar una baja laboral. En caso afirmativo, el equipo de vigilancia iniciará este trámite, por lo que no será necesario el contacto con el centro de salud para esta gestión. El equipo de inspección recibirá diariamente una relación de los casos confirmados con los datos identificativos para validar y tramitar tanto las bajas como las altas. Los trabajadores recibirán un SMS de confirmación de que la gestión se ha realizado con éxito en el que se les indicará también el día de baja y de alta laboral.
En el caso de que las personas afectadas pertenezcan a mutualidades que precisen la realización de otros partes mediante el talonario específico, el servicio de inspección remitirá sus datos al centro de salud para su tramitación. Aquellos pacientes que precisen sus partes de baja y alta en formato papel, en un plazo de 48 a 72 horas podrán enviar a una persona autorizada a recogerlos en horario de mañana a la unidad administrativa de su centro de salud.
Los casos positivos que no cumplan los requisitos para el alta al séptimo día podrán generar otra baja a partir del octavo, siempre y cuando sean pacientes identificados mediante labor de seguimiento clínico por parte del personal de enfermería de los equipos de atención primaria