La coordinadora de violencia de género de la dirección general de igualdad nos atiende para darnos pautas e información. Lo primero es que las posibles víctimas sepan que disponen de este recurso las 24h del día, los 365 días del año. Siempre tendrán a su disposición un equipo compuesto por una abogada y una psicóloga, incluido personal especializado en atender a menores de edad. Toda la atención es confidencial.
El centro de crisis se adapta a lo que la víctima necesite. Da igual si recuerda lo que pasó o no o el tipo de agresión que haya sufrido o cuándo la sufrió. Su prioridad es atenderlas y "sanarlas". El miedo o la vergüenza es normal.
El foco se pone en la víctima y no en el agresor. En caso de que se quiera denunciar la víctima estará acompañada y asesorada por las profesionales del centro. Serán las encargadas de ayudarla a no culparse.
El "Me Too asturiano" ha tenido un reflejo en las peticiones de ayuda. Romper el silencio, aunque sea en las Redes Sociales, es importante, aunque solo debe ser el primer paso. Buscar la ayuda especializada es fundamental.
Desde que el centro de crisis para víctimas de agresiones sexuales abrió en noviembre de 2020 han ayudado a 302 mujeres (64 menores de edad) y a 166 familiares.