En Más de Uno hemos podido hablar con él y preguntarle por la redefinición de salud que hace. Parte del análisis científico de ocho claves celulares y moleculares de la salud (la integridad de barreras, la contención de perturbaciones, el reciclado del material biológico, la integración de circuitos, las oscilaciones rítmicas, la resiliencia homeostática, la regulación hormética y la reparación molecular y celular) como punto de partida para conseguir la "sabiduría del cuerpo". Rechaza que sigamos pensando en la salud desde un concepto negativo como el de ausencia de enfermedades.
Basándose en sus estudios más recientes y explorando nuevas perspectivas y reveladoras investigaciones, el autor propone que la salud es el delicado equilibrio entre nueve claves celulares y moleculares que contribuyen al funcionamiento óptimo de nuestro organismo. Además, muestra cómo los aspectos físicos y mentales se entrelazan en una curiosa ecuación que define nuestra salud y nuestro bienestar, y nos ofrece unas sencillas pautas para obtener los mejores resultados. Todos podemos encontrar nuestro "cascayu de la salud".
El catedrático es especialmente crítico con la "toxicidad humana" que vivió en sus propias carnes. Cree que deben tomarse medidas. Y consciente de los avances tecnológicos, apuesta por seguir educando a las personas, no solo a las máquinas.