Tenía una dura prueba el conjunto carbayón frente al Zaragoza y la sacó adelante con buena nota. El gol de Rodri Ríos fue suficiente para doblegar a un rival tocado que quería meter en problemas a los azules. El triunfo supone enlazar dos éxitos consecutivos en el Carlos Tartiere, ascender al puesto once de la clasificación y tener un margen que permitirá afrontar con menos urgencias los duelos ante los grandes favoritos al ascenso.
No están las cosas para ejercicios de brillantez y así lo entendieron los hombres de José Ángel Ziganda. No empezaron bien, erráticos en la construcción y sin llegar a la portería contraria. Tampoco fue que se viesen sometidos por el rival, que sólo dispuso de una ocasión clara de gol en un disparo que rechazó Grippo.
Tras el paso por el vestuario, el Oviedo volvió mejor. El equipo supo ajustar mejor el trabajo en el centro del campo y empezó a acercarse a la portería de Cristian Álvarez, hasta que llegó el gol. Borja Sánchez sirvió desde el fondo el meta no se entendió con Jair y Rodri Ríos les ganó la acción para cabecear al fondo de la red el 1-0.
Se esperaba una reacción del Zaragoza, peo ésta nunca llegó. Más bien al contario. Borja Sánchez tuvo en sus botas el 2-0 en un disparo mordido que el portero argentino despejó con apuros. El Oviedo no sufría y sólo la incertidumbre del marcador le ponía picante a los minutos finales.
Una llamada del VAR para revisar una acción dentro del área de Femenías puso el corazón en un puño al oviedismo. Algunos creían haber visto una posible mano de Grippo, pero el colegiado sancionó una falta del delantero 'Toro’ Fernández y el desasosiego se convirtió en paz.
Sangalli tuvo el 2-0 en un intento de vaselina que escupió el larguero y ni Obeng, ni Edgar acertaron a remachar el gol de la tranquilidad. El pitido final sonó a alivio para un equipo que ya suma 35 punto, que ve más cerca el objetivo de la permanencia y que se prepara para encarar la parte más exigente del calendario. La próxima parada será el viernes a las 21.00 horas en el campo del Espanyol