Siempre que hay puntos en juego se hace necesario ganar, pero cuando las competiciones llegan a su recta final esa necesidad crece. El Real Oviedo recibirá el domingo al Sabadell (16.00 horas) con el convencimiento de que un triunfo puede suponer el billete definitivo a la tranquilidad. Simone Grippo, autor del gol del empate en Almería, lo entiende así, pero recuerda que incluso ganando no podrán cantar victoria: “Queda el Sabadell y otros cuatro partidos. Seguramente sea un partido bastante importante, también porque ellos están metidos abajo. Pero luego quedan otros cuatro”.
El equipo trabajó esta mañana en El Requexón y mañana descansará. José Ángel Ziganda recuperará para el domingo a Marco Sangalli, una vez cumplido su partido de sanción y estará pendiente de la enfermería. El técnico ya explicó al término del encuentro del sábado que. “Hay varios jugadores con problemas y no podemos asumir riesgos porque una lesión ahora supone perderlos para todo lo que resta”.
Alejandro Arribas, Borja Sánchez o Blanco Leschuk están en esa tesitura. Además, Juanjo Nieto encara la recta final de su recuperación, aunque puede ser prematuro su regreso al equipo. Más complicado lo tiene Javi Mier, con una fascitis plantar, mientras que Viti Rozada podría estar en condiciones de disputar algunos minutos.
A los azules aún les restan cuatro sesiones de entrenamiento en las que se deberán despejar todas las incógnitas y además se sabrá si vuelve a haber participación de jugadores del filial como ha venido siendo habitual en las últimas semanas.
