Aunque quede un mucho para finalizar el campeonato el partido del Oviedo con el Lugo tenía aspecto de no ser uno más. Seis jornadas sin ganar y tres partidos consecutivos sin ver puerta eran motivos suficientes para que el duelo tuviese más relevancia. Pese a no comenzar bien, el equipo de José Ángel Ziganda supo dar la vuelta a un marcador adverso para anotarse un triunfo balsámico.
Hubo apuesta pro la continuidad y sólo Mossa entró en el equipo con respecto al choque de Cartagena. José Luis Rodríguez avivó las dudas del oviedismo con un buen disparo, mal defendido por el equipo y puso en ventaja a los gallegos.
No se arrugó el equipo, aunque con más garra que fútbol empezó a buscar la portería lucense. En un saque de esquina llegó el penalti por manos de Iriome y tejera convirtió el 1-1 para devolver la calma.
Tras el descanso, el caballo de batalla de todo el curso, la estrategia, dio los frutos deseados. Nahuel sirvió una falta al área y Christian Fernández la envió al fondo de la red con un buen cabezazo. El equipo estaba en ventaja y debía saber conservarla.
Intentó reaccionar el Lugo, pero lo hizo sin la fe necesaria y sin llegar a inquietar a Femenías que sólo tuvo trabajo para atajar algunos balones colgados al área. Con el partido agonizando. Tejera, Sangalli y Nieto se inventaron una jugada que permitió al lateral diestro anotar el 3-1 y convertir el tiempo de añadido en algo mucho más plácido.
El Oviedo gana su primer partido de 2021, cobra seis puntos de ventaja sobre la zona de descenso y da un pequeño alto en la clasificación a la espera de visitar el lunes que viene al Fuenlabrada.