Los controles, que se extenderán hasta el 10 de mayo, los realizará la Policía Local de Ibiza y tienen como objetivo que todas las personas propietarias de mascotas cumplan un mínimo de condiciones sanitarias y así colaborar en el buen estado de los espacios públicos de la ciudad.
Según ha indicado el Ayuntamiento, la campaña prestará especial atención a la prohibición del acceso de canes a las playas del municipio, establecido desde Semana Santa hasta el 31 de octubre; la obligación de la recogida de las deposiciones y de llevar una bolsa para hacerlo y la obligación de llevar a los animales con correa. Además, se vigilará que los perros considerados como peligrosos lleven bozal y que los propietarios cumplan la normativa, sean mayores de edad, lleven un único animal y la documentación que acredite su tenencia.
Desde la Policía Local de Ibiza recuerdan que las sanciones por no cumplir con esta ordenanza municipal van de 60 a 300 euros en caso de sanciones leves, de 301 hasta los 1.500 euros para las infracciones graves y de 1.501 a 15.000 euros en el caso de las muy graves.