Gaditano de nacimiento pero tinerfeño de adopción desde que con apenas 17 años se afincara en la isla para entrenar bajo el paraguas del Centro de Especialización de vóley playa de Los Cristianos, donde empezó a despuntar para labrarse poco a poco un hueco en el panorama internacional.
Junto a su compañero el castellonense Pablo Herrera, Gavira logró en su cuarta participación en unos Juegos Olímpicos, superar la hasta hoy imposible barrera de los cuartos de final, y clasificarse para cuartos, con 36 años de edad, y estando a solo dos pasos de conseguir su primer metal olímpico. Ambos estuvieron precisamente ultimando en la isla su preparación para este torneo olímpico en Arona. El propio Herrera (42 años), también se entrenó en Los Cristianos desde el año 2000, conociéndose en la isla.
En un reñido encuentro ante los polacos Bryl y Losiak (21-23 y 18-21), el dúo español espera ahora rival de la eliminatoria entre Estados Unidos (Evans y Budinger) y Noruega (Mol y Sorum), en la que los europeos parten como claros favoritos. De esta manera, el 'canario' aspira a lograr un hito que su compañero Herrera ya consiguió cuando se colgó la medalla de plata en Atenas 2004.
Gavira puede presumir de haber participado en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020 (fue noveno), aunque nunca llegó tan lejos como en la capital francesa, donde el vóley playa se disputa en la falda de la impresionante Torre Eiffel.